Páginas

miércoles, 31 de marzo de 2010

Te agradecería que no me discriminaras...

Sobretodo por algo que no soy... Pero que aunque fuera, no es motivo para que lo hagas.

¿A qué viene esto?

Pues viene a que el domingo quedé con la perraca de Helen para frikear un rato (cosa que a ambas se nos da de miedo XD) por el centro de Madrid. Ella aprovechó para comprar un par de libros y yo aproveché para comprar el tomo número 5 de Spidergirl  (ya os hablaré de esta colección... Que me fastidió un poquito la reacción de Dani en su programa de radio hace un par de semanas -¿Que no lo escucháis? ¿A qué estáis esperando? La Mandrágora, los lunes de 22 a 00 horas. Se puede escuchar en línea aquí- porque puede parecer una colección un tanto "moña" o algo así, pero realmente es una de las mejores que hay... O por lo menos, es una de mis grandes favoritas).

Pues bien, después de las compras, decidimos bajar la Gran Vía para llegar a Plaza de España y de ahí al templo de Debod (algún día quizás contaré cómo perdí a un grupo de amigos buscándolo y cómo me odiaron mucho, mucho XD).

Para quien no nos conozca, he de decir que cuando nos juntamos Helen y yo lo raro es que no estemos soltando una carcajada tras otra o que no estemos soltando coñas, etc. Para más información, tengo la manía de intentar hacer cosquillas a todo bicho viviente con el que tenga un mínimo de confianza, aunque sepa que ese bicho viviente no tiene... Y resulta que Helen sí tiene XD Así que yo estaba entretenida haciendo cosquillas a Helen cuando ella decidió que una buena medida para mantenerme quietecita es que fuéramos cogidas de la mano... Hasta aquí ningún problema, ¿no?

El problema viene cuando, tan tranquilas que estábamos nosotras yendo Gran Vía abajo cogidas de la mano, una señora se nos quedó mirando con cara de odio y se quedó parada justo para que tuviéramos que soltarnos.

Vale, quizás yo nunca haya sido la tía más femenina del mundo -fútbol, juegos de rol, cómics de superhéroes, etc.-, pero resulta que soy hetero (creo que Misterioso F. puede dar fe de ello, vaya XD), al igual que Helen. También resulta que si realmente hubiéramos sido una pareja de lesbianas, por mucho que le pese a esa buena señora, tendríamos el pleno derecho a ir cogidas de la mano o a besarnos si nos hubiera apetecido sin tener que escondernos de nadie.

Eso me trajo a la mente el año que salió el PSOE en las elecciones con la promesa de permitir los matrimonios homosexuales, cuando una chica de mi clase estaba totalmente indignada porque no quería ver a dos tíos besándose... El resto de la clase estábamos bastante hartos de verla a ella enrollándose con otro chico de la facultad de forma bastante "innecesaria" en los descansos entre clase y clase... (Esta misma chica en una ocasión llegó totalmente emocionada porque había montado en Metro por primera vez desde que tenía 6 años...).

Me pregunto por qué cierta gente se toma de forma totalmente personal cosas que no les afectan. ¿Te perjudica que den más derechos a un colectivo determinado? No es el caso. No te están quitando derechos a ti para dárselo a ellos, sólo intentan ampliar sus derechos para ponerlos al mismo nivel que los tuyos. No sé si esta gente tiene unas ansias desproporcionadas de sentirse privilegiados y por eso se sienten "amenazados" o qué leches les pasa por la cabeza, pero no le veo la lógica.

También me hace gracia la plataforma a favor de la "familia cristiana"... Se olvidan de que España ya no es "una grande y libre" y que se supone que es un país aconfesional. Esto significa que no es una obligación profesar esas creencias, y por tanto, tampoco es obligatorio cumplir ciertos cánones estipulados por las mismas. Y hay tantas formas de entender el cristianismo como personas (bueno, quitando a los borregos). Por otro lado, me asquea que se utilice el término "cristiana" cuando deberían emplear el término "católica". Yo soy cristiana, pero actualmente no me siento católica precisamente.

Lo que sí siento es vergüenza e indignación cada vez que salen de manifestación con sus abrigos de pieles y sus ideas arcaicas dando a entender que todos los cristianos pensamos como ellos. Besos!

viernes, 19 de marzo de 2010

Filatelia

Los sellos son una de mis pequeñas pasiones, una afición que me contagió mi padre sin saberlo.

Mi padre desde años antes de casarse con mi madre ya coleccionaba sellos. Siempre le recuerdo enfrascado entre sus álbumes y sus catálogos de sellos. Recuerdo cómo medía el dentado del sello, los separaba por países y por años y los guardaba en el álbum correspondiente.

Ahora sigue haciéndolo, pero no porque los coleccione, sino porque los vende... Hace unos años decidió que se iba a quedar con unos poquitos (más los que quisiéramos mi hermano, mi madre y yo) y el resto los pondría a la venta.

¿Cómo empecé a coleccionar sellos yo? Fácil... Cuando mi padre descubría un sello al que le faltaba un diente o que estaba un poco rajado, etc., lo dejaba aparte y cuando terminaba de comprobarlos todos, me llamaba y me encargaba que tirara esos sellos. A mí, una cría que no llegaba siquiera a adolescente aún, esos cuadraditos con dibujos me llamaban la atención, así que en vez de llevarme esos sellos a la basura, los iba guardando en un tarjetero. No recuerdo cuándo me dio mi primer álbum de sellos, creo que fue cuando me dio un par de álbumes con sellos de dibujos de Disney y yo empecé a pedirle también sellos de gatos y perros.

Tampoco recuerdo cuándo me regaló mis primeras pinzas para los sellos (instrumento imprescindible para evitar dañar la goma) o cuándo me enseñó a comprobar si tenían filigrana o si eran fluorescentes. Aún sigue fascinándome cómo es capaz de decir el país y el año de un sello después de echarle un vistazo cuando no hay apenas pistas en el mismo.

Todavía hoy mi padre sigue guardándome los sellos de gatos y perros que sabe que no tengo. Si tiene dudas, o bien me los deja para que lo compruebe y los ponga en su sitio o coge mis álbumes y se dedica a ello. Así fue como un día cogió el álbum que actualmente tengo como mi "Museo de los horrores", en el que guardo aquellos primeros sellos rotos y sin valor ninguno más que el sentimental con que me inicié en el mundo de la filatelia. Obviamente flipó XD Ahora tanto él como mi hermano (que es quien últimamente le ayuda con la tienda) también me guardan los sellos heridos de muerte, a los que saben que tengo un cariño especial.

También hay que decir que mi concepto de "gatos y perros" se ha ampliado bastante... Ahora incluye pandas, dragones, delfines... O, en fin, cualquier sello que me llame la atención... Tengo la coña de señalar un sello que me guste y decir "mira, un gatito", cuando digo esa frase, ellos me dicen directamente que si me gusta, que lo coja y me lo lleve.

Aún no me explico cómo la tienda le da beneficios... El día que me diga que tengo que pagar por cada serie que me agencie, mal vamos XD

Después de contar mis inicios en el mundo filatélico, aprovecho para hacer publicidad y dejo la dirección de la tienda de mi padre: Pedro Alcaraz en Todocolección.

martes, 2 de marzo de 2010

Tenía hambre...

Después de los exámenes (que no han ido nada mal, a falta de que me den una nota), tenía hambre de literatura, después de que el único libro que he tocado en este mes haya sido la séptima edición de "Principios de finanzas corporativas", más conocido en mi facultad como "Brealey-Myers" (los apellidos de los autores), mi libro de texto de Dirección Financiera.

Así, no es de extrañar que el jueves pasado comenzara un libro (aunque sólo leí un capítulo ese día) y que el sábado me pasara toda la tarde y noche leyendo, terminándome tanto el que comencé el jueves como el siguiente que me empecé ese mismo día.

Hoy no os voy a hablar de ninguno de estos dos, sino de uno que tenía a medias y terminé el día 18 de Febrero porque necesitaba un descanso de tanta fórmula. Se trata de "Yo desertor de una raza de autistas", escrito por Birger Sellin.


Lo sé, imagino que no conoceréis ni el libro ni el autor, así que os pongo un poco en antecedentes.

Birger Sellin es un chico autista "mudo" (no puede hablar, pero tiene voz, ya que a veces le dan ataques de gritos) alemán, que se encerró en sí mismo a la edad de dos años y al que todos pensaban retrasado mental, hasta que se dieron cuenta de que cuando cogía un libro no era sólo para entretenerse pasando las hojas, sino que los leía a una velocidad alucinante, después de haber aprendido a leer de forma autodidacta.

Así, pues, su familia empezó a investigar y dieron con un método denominado "Facilitated comunication", algo así como "Comunicación asistida", mediante la cual, una persona sirve de apoyo a los brazos del autista mientras el autista va escribiendo poco a poco en el teclado de un ordenador.

Mediante este método, Birger escribió su primer libro "Quiero dejar de ser un dentrodemi" (libro que me he propuesto buscar).

Este chico, de 20 años cuando publicó ese primer libro en 1993, fue todo un fenómeno, se escribieron multitud de artículos sobre él, etc.

Tres años después, publicó el libro que yo he leído recientemente, donde se ve su frustración, sus ganas de salir de sí mismo, de controlar el lenguaje oral, de aprender todo, sus emociones sobre la película que protagonizó, sobre sus ganas de ir al instituto (cosa que logró, sin haber recibido clases en su vida se consideró que tenía los conocimientos suficientes para entrar en el equivalente a 3º de BUP), aunque abandonó por no poder controlar sus ataques de gritos (siguió recibiendo clases particulares, destacando sobretodo en idiomas), su rabia cuando le acusaron de fraude (dos reporteros de la revista que le había acusado fueron a ver cómo escribía y quedaron asombrados, teniendo que disculparse dicho medio por la acusación), su alegría cuando consigue controlar un ataque de gritos, cuando le escribe la gente y contesta a las cartas, cuando hace un viaje...

Para mí, una de las lecturas más enriquecedoras sobre este problema, más teniendo en cuenta que está escrito de primera mano por alguien que lo sufre.

Aquí os dejo la entrada de la Wiki sobre Birger Sellin (en inglés): Birger Sellin.
Y la entrada, también en inglés, sobre la Comunicación asistida: Facilitated comunication.